Ejercicio para transformar tus creencias más limitantes en potenciadoras
Este es un ejercicio muy sencillo a la par que muy potente para que transformes tus creencias limitantes en potenciadoras.
Primero entendamos que son las creencias.
- Una creencia es un sentimiento de certidumbre sobre algo.
- Nuestras creencias se basan en la interpretación que le hemos dado a experiencias previas (reales o imaginadas con intensidad) y ajenas.
Ejemplo: El ratón Pérez, Papá Noel estas son creencias buenas.
Pasar por debajo de una escalera, regar la sal, romper un vidrio son creencias que no ayudan.
Creer que no soy bueno para las matemáticas, que no soy merecedor de todo lo bueno que hay en el universo, que para que las cosas se den deben contar mucho esfuerzo, son creencias limitantes.
Creer que soy feliz, merecedor de la abundancia, capaz de lograr todo lo que me propongo son creencias potenciadoras.
Ejercicio
Paso 1
Para hacer este ejercicio necesitas un papel y un bolígrafo.
Durante los próximos minutos anota en un papel tres creencias que se te ocurran sobre:
La salud, la gente, los amigos, el compromiso, comer sano, vivir con abundancia, perdonar, el futuro, el éxito, el amor, la confianza, el deporte, las oportunidades, vivir con escasez, el fracaso, el dinero y el trabajo.
Si hay algún tema más que creas que sea interesante para ti trabajar y no está aquí, puedes usarlo también.
Puedes usar estas dos fórmulas para descubrir tus creencias, rellenando los espacios vacíos con lo que piensas. Te sugiero que anotes 3 de cada con cada fórmula.
Fórmula nº1: _________es _______________
Ejemplo: La vida es bonita/dura
Fórmula nº2: Para tener amor hay que _________
Ejemplo: Para tener amor hay que sonreír/sacrificarse
Paso 2
Ahora siendo lo más honesto que puedas de nuevo anota a continuación las 6 creencias que tienes sobre ti mismo siguiendo estos dos ejemplos:
Yo soy ________________
Yo merezco ________________
Paso 3
Coge dos hojas de papel, divide el total de creencias que has escrito en limitantes y potenciadoras. En la primera hoja vuelve a escribir las que crees que son limitantes y en el segundo, las potenciadoras, las que te benefician.
Paso 4
De la lista de creencias potenciadoras elige las 5 que más te beneficien, que más te potencien, que más fuerza te transmitan y subráyalas con algún color que te guste.
Paso 5
Anota cada una de ellas a parte y la respuesta a las siguientes preguntas en cada caso:
– ¿Cómo me beneficia tener esta creencia?
-¿En qué sentido me beneficia?
-¿Qué efectos positivos tiene sobre mí, sobre mi vida, mi entorno, mi salud, mi economía, mi satisfacción personal…?
Cuanto más te extiendas mejor.
Paso 6
Ahora vuelve a tu lista de creencias limitantes y revísala de nuevo. Elige las 5 más dañinas a tu parecer y contesta a las siguientes preguntas con cada una de ellas como hiciste antes:
– ¿Qué consecuencias ha tenido pensar así en el pasado para mí?
-¿Qué consecuencias tiene para mi pensar así hoy?
-¿Qué consecuencias podría tener mañana?
-¿Qué favorece el hecho de pensar así?
-¿Cómo es de real esta creencia? ¿Es Cierta? ¿Tengo argumentos reales que lo prueben?
-En caso de que sea una creencia transmitida por otra persona. ¿Es esa persona el modelo que quiero seguir en este caso? ¿Ha obtenido los resultados que yo quiero?
-¿Qué precio pagaré por no desprenderme de esta creencia, física, emocional, económica y socialmente?
Paso 7
Una vez hayas acabado de REFLEXIONAR detenidamente sobre el precio que ya has pagado por creer en eso y sobre cómo afectará a tu futuro, hazte consciente de las sensaciones que te produce y vincula cada creencia a la sensación más desagradable que puedas, recordando, o sencillamente imaginando lo malo que traerá. Dale a tu cerebro un motivo para querer abandonar esa ruta de pensamiento.
Cuanto más intenso lo hagas más fácil te será sacarlas de tu vida y transformarlas.
Paso 8
Divide una hija en dos columnas, en una vuelve a anotar tus 5 creencias limitantes, y en la otra las 5 que eliges para sustituirlas.
Hay que darle una nueva ruta a la mente, y cuanto más beneficiosa sea mejor.
Por ejemplo:
Creencia limitante: Soy horrible
Creencia que la sustituye: Soy una persona maravillosa.
Apoya tus nuevas creencias con todos los argumentos que se te ocurran, cuantos más tengas más las reforzaras.
Y por último, la repetición es la madre de la excelencia, encuentra la forma de ver, leer y repetir tus nuevas creencias varias veces al día durante al menos un mes. Refuérzalas con fotos, con imágenes en casa, en el móvil en la pantalla de tu ordenador… y con sonidos agradables.
Comienza a condicionar tu conducta y cada vez que pienses en la antigua ruta haz algo que te ponga en evidencia o te disguste (siempre que no te afecte físicamente) como por ejemplo: Cada vez que pienses en fumar o te digas algo feo sobre tu apariencia… mete un dedo en tu nariz o alza un brazo durante cinco minutos. Cuando lo hayas hecho varias veces la sensación de ridículo le dará a tu cerebro motivos como para condicionarse a no pensar en ello.
Eso sí, elijas lo que elijas para condicionarte tienes que hacerlo siempre estés con quien estés, sea como sea.
De la misma manera, debes reforzar tus nuevas creencias positivas. Establece un sistema de puntos para premiarte, o si es algo muy potente establece un premio para cada vez que te acuerdes de sustituir la creencia buena por la nociva.
Con el paso de tiempo esto lo hará tu mente sola porque ya estará condicionada, y pronto tendrás hábitos que favorezcan las creencias potenciadoras y te habrás olvidado de las limitantes dándote la oportunidad de vivir una vida más alegre y plena y de alcanzar y aprovechar mejor las oportunidades.