Objetivo: Este ejercicio sirve para transformar el recuerdo de una situación que te duele. La situación puede ser muy reciente o muy antigua, es lo mismo.
Sigue estos pasos:
Identificas la situación que quieres cambiar e identificas que ves, que sientes y que oyes.
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Imaginas que la situación que quieres cambiar la estás viendo en una pantalla y que poco a poco le vas quitando la luz y los colores. Los colores se van haciendo cada vez más grises, los sonidos se han apagado y la pantalla se aleja.
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La pantalla se aleja más todavía, hasta que la escena sea prácticamente imposible de ver. Llega un momento en que ya no sientes emoción.
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Ahora colocas un marco a este cuadro que se alejó. . Date cuenta de qué color, qué material y qué forma tiene este marco.
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Ahora colocas este cuadro a tu izquierda. A la distancia que sea más cómoda para ti y le dices: Así fue. Gracias por lo que me enseñaste y lo que crecí gracias a ti. Es posible que el color del cuadro cambie. Me despido y digo. Hoy es distinto de ayer. Hoy puedo y decido que puedo.
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Ahora miras hacia delante, sintiendo en tu cuerpo el cambio y con toda tu determinación y avanzas varios pasos hacia tu nuevo futuro. Disfrutas de lo que vas sintiendo, de lo que estás viendo y de lo que estás oyendo.
Puedes volver a dar estos pasos, dos o tres veces más, hasta que te sientas en lo mejor de ti mismo.
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El pasado, una vez agradecido y despedido, haya pasado lo que haya pasado, se transforma siempre en el fertilizante del presente.